Los problemas de salud pública fueron los que hicieron repensar la ciudad, porque las enfermedades afligían tanto a los ricos como a los pobres.
Richard Sennet, Construir y habitar
La arquitectura ha desempeñado un papel fundamental en la vida del ser humano desde tiempos remotos, proporcionando refugio y protección contra el medio ambiente. Sin embargo, a medida que la humanidad ha avanzado, la arquitectura ha tenido que adaptarse a las diversas crisis de salud pública que han surgido a lo largo de la historia.
Uno de los ejemplos más relevantes de cómo las pandemias han influido en el diseño arquitectónico es el movimiento moderno, donde se propuso una vivienda como una “máquina para vivir” en respuesta a las necesidades de la sociedad capitalista. Sin embargo, a pesar de que nuestras viviendas actuales cuentan con mobiliario cómodo y tecnología avanzada, muchas veces se omiten elementos básicos que se han vuelto esenciales en momentos de cuarentena causados por el coronavirus.
Si miramos con detenimiento nuestras viviendas actuales, a pesar de que tenemos espacios maximizados cada uno con un uso particular, mobiliario comodo y funcional y tecnologia avanzada hay ciertos elementos basicos que parecieran ser omitidos y que durante estos momentos de cuarentena causada por el Coronavirus nos hacen mas falta que nunca.
Es que las nuevas construcciones de vivienda han respondido mayormente a la simplificación de las teorias de la modernidad que respondian a la sociedad capitalista que miraba al futuro.
La peste negra del siglo XIV, que causó la muerte de un tercio de la población de Europa, tuvo consecuencias importantes en el desarrollo posterior de la arquitectura y la urbanización. La escasez de mano de obra motivó la innovación y el inicio del Renacimiento, que trajo nuevas herramientas, tecnologías y estrategias urbanas, como la ventilación e iluminación en las viviendas y lugares de trabajo.
El movimiento higienista surgió en respuesta a la propagación de la tuberculosis en París, y científicos determinaron el volumen óptimo de los espacios de trabajo y estudio para optimizar la oxigenación y la exposición al sol. Hoy en día, gran parte de la arquitectura y el urbanismo están diseñados con un enfoque en la salud, la higiene y el confort.
Sin embargo, la preocupación sobre cómo las ciudades se desarrollarán y cómo se manejará el crecimiento de la población en las próximas décadas sigue siendo un tema importante, especialmente en términos de trabajo y movilidad. Este es un tema que se aborda en la pregunta: “¿Cómo viviremos juntos?”.
En resumen, la arquitectura y el diseño urbano han evolucionado a lo largo de la historia en respuesta a las necesidades de la sociedad, y las pandemias han sido un factor clave en esa evolución. A medida que enfrentamos nuevos desafíos en el futuro, debemos seguir reflexionando sobre cómo nuestras ciudades y espacios habitables pueden adaptarse y responder a las necesidades de la sociedad en evolución.